Cada dos semanas se repasaran algunas de las finales de la NBA con mayor presencia en el subconsciente de todos los aficionados al baloncesto, nuestro primer capitulo aborda la final de 1998 entre Chicago Bulls y Utah Jazz, un año antes se había producido la misma final con resultado victorioso para los de Illinois.
En esta final de 1998 se volvían a encontrar dos equipos que a finales de los noventa protagonizaron una lucha sin cuartel, los Chicago Bulls habian logrado 5 anillos en la década y su ciclo exitoso tan solo se vio interrumpido por la marcha de Michael Jordan por motivos personales y su afición conocida al béisbol, en la final del 97 los Jazz ya dieron un aviso de lo que eran capaces de hacer con posiblemente el mejor dúo de todos los tiempos: Karl Malone y John Stockton.
Los Bulls se conformaban como un equipo solido y fuerte con un claro líder reencarnado en Michael Jordan, Scottie Pippen como su escudero de lujo y un grupo de jugadores de muy alto nivel como Toni Kukoc, Steve Kerr, Dennis Rodman( aunque su protagonismo se fue diluyendo con el paso de los temporadas)y currantes del corte de Ron Harper, la formula había dado sus frutos, dos anillos en las dos ultimas temporadas.Los Jazz con un equipo con menos figuras en cuanto al nombre se refiere pero con excelentes tiradores como Jeff Hornacek y hombres con una predisposición al esfuerzo colectivo encomiable como Carr, Ostertag y Bryon Russell, un excelente defensor.
La serie final corrió por uno parámetros normales hasta el sexto partido, los Jazz habían vencido en casa de los Bulls y el ambiente en Utah se preveía infernal, el choque se caracterizo como un duelo vibrante entre los dos mejores equipos de la temporada y el órdago echado por Malone que Michael Jordan podía perder unas finales de la NBA, el enfrentamiento deportivo entre Malone y Jordan se observo con claridad en los lances mas determinantes, Malone con su dominio en la pintura casi insultante, el 23 rescatando a su equipo cuando la diferencia empezaba a aumentar.
Así se llego a los últimos minutos del partido, con todo por decidir a falta de 41 segundos la ventaja era de tres puntos a favor de los Jazz, una canasta rápida de Jordan y el posterior fallo de Utah posibilito un robo de Jordan a Malone, el resto es historia, carrera en solitario del 23, amago sobrenatural a Russell y canasta limpia,lo hizo con tal naturalidad que apenas su pulso tembló, al final la diferencia entre un equipo y otro es que en uno estaba Michael Jordan y en el otro no. Fue el punto y final de unos años gloriosos para un equipo que sin Jordan parece haberse quedado huerfano para siempre.
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