Noche de estreno en la NBA con dos partidos propios de la primera semana de competición, los actuales campeones, Boston Celtics, recogieron su anillo de campeones de la pasada temporada y mas tarde se deshicieron de los Cleveland Cavaliers por 90-85, el otro plato fuerte de la jornada inaugural , el choque entre Los Angeles Lakers y los Portland Trail Blazers.
En Boston, tras el protocolo de la entrega de premios, los Celtics y Cavs disputaron un partido con muchas imprecisiones por parte de ambos conjuntos, Paul Pierce volvió a demostrar que es el líder de este equipo y firmo unos mas que convincentes 27 puntos, Rajon Rondo sigue con su buen nivel de juego y hombres de la segunda unidad como Tony Allen y Leon Powe respondieron (11 y 13 puntos), Kevin Garnett y Ray Allen evidenciaron que todavía están lejos del 100%, por parte de Cleveland, el de siempre, LeBron James con 22 puntos, 7 rebotes y 6 asistencias, en varios momentos del partido se pudo ver al alero actuando como falso ala-pivot, una novedad de cara a la temporada.
El otro foco de atención se localizo en el Staples, donde los Lakers con Odom en el banquillo se deshicieron con facilidad 96-76 a los Blazers, en un choque donde, por enésima vez se pudo ver las dos caras de este equipo, tras una primera parte donde Pau Gasol domino a sus anchas ante un Greg Oden que se quedo sin anotar(49-34) y con un buen trabajo de equipo, Kobe Bryant exigio su parte de protagonismo y acabo liderando con 23 puntos,11 rebotes y 5 asistencias, no sin acaparar casi en su totalidad el balance ofensivo del equipo, en los Blazers, lo que mas nos interesaba a los aficionados españoles tuvo resultado dispar: Rudy Fernandez firmo una espectacular tarjeta de presentación con 16 puntos en 29 minutos de juego y Sergio Rodriguez no anoto en los 5 minutos que estuvo en pista.
Los dos grandes favoritos siguieron fieles a su estilo característico e inconfundible: los Celtics con defensa y mas defensa mas la aportación de Pierce en la parcela anotadora y los Lakers, con sus dos caras, la del juego rápido y vertical de los dos primeros cuartos, la caraja a la salida de vestuarios y resolucion del problema con Bryant anotando una y otra vez, como era lógico las cosas no iban a cambiar un mundo en apenas cuatro meses.
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