martes, 9 de diciembre de 2008

Culto a la fast-food


Estados Unidos es sin duda el mayor productor mundial de lo que los hispanohablantes definimos como "comida basura", en la propia cultura estadounidense se lleva el consumir todo tipo de productos, véase perritos calientes, nachos con queso, hamburguesas o palomitas por poner un ejemplo.


En un reportaje que emitieron hace unos meses con motivo de las finales entre Celtics y Lakers, una cámara se introdujo a captar las respuestas de los aficionados en frente de un puesto de comida rápida y casi todo el mundo presente estaba pidiendo su tradicional pack familiar( todos sabemos los tamaños de los yankees) y decidí investigar sobre las aficiones gastronómicas del espectador de NBA en los pabellones.


Bebidas: Coca-Cola, Sprite, Gatorade, Fanta, Dr Peeper, Soda, con diferentes tamaños pequeños, medianos, grandes y extra-grandes.


Comida: Hamburguesas, perritos calientes , tacos, pizzas, palomitas y los preferidos por el gran publico, los nachos con queso, aquí la cuestión de tamaños es totalmente negociable.


Postres: Posibilidad de escoger batidos de mas de veinte sabores, helados, tartas e incluso tortitas con o sin café.


Este es el abanico e productos que se ofrecen a los espectadores a la hora de ver el choque, muchas veces en partidos de playoffs con un lleno total, a comienzos del tercer cuarto el pabellón esta medio vació, ¿adivinan donde esta la gente?, comprando, la comida es una de las piedras angulares del norteamericano de clase media, el espectador no concibe ver un evento como un partido de baloncesto cuya duración aproximada es de tres horas sin consumir ningún tipo de producto, en el Staples de Los Angeles, hay un McDonalds, un Taco Bell, un KFC, un Starbucks y dos Pizza Hut, una autentica barbaridad en comparacion con por ejemplo los campos de futbol de España.


Mientras que el recurso mas utilizado aquí es el bocadillo traído de casa en papel albal y la Coca-Cola o la bota de vino, allí se pueden gastar en un solo partido alrededor de 35-40 dolares solo en comida, sin contar el dinero del ticket y la tienda oficial del club, todo esto es parte del monstruoso negocio entre la NBA y las multinacionales, en el país de las marcas como es Estados Unidos, todo tiene precio y si es mas caro, mejor.


McDonald´s se descubre como el mejor aliado de la NBA a la hora de expandir sus productos, estrellas como Michale Jordan, Larry Bird o Magic Johnson promocionaban ya en los años 80 la Big Mac y ahora LeBron James o Kobe Bryant nos dicen que el Gatorade nos ayuda en nuestra recuperacion diaria o el Sprite refresca como ninguna otra bebida, hace años el Open McDonald enfrentaba a equipo europeos frente a franquicias NBA, ahora estsos encuentros de caracter amnistoso se llaman NBA Europe Tour.


Sin demagogias a parte, los propios Estados Unidos saben vender los suyo y lo hacen casi sin que uno se de cuenta,seguramente si acudiera a un partido en el Staples o en el Madison Square Garden no iría con las manos vacías, la propia NBA y los aficionados no lo hacen como un gesto de ostentacion material(aunque nunca se sabe) sino como una manera de ver el deporte, aunque la imagen de los jugadores se aleje de la del perfil del americano medio, sin embargo la cultura fast-food llega a los vestuarios, en unas fotos del pasado All-Star celebrado en Nueva Orleans aprecie al mismo Tim Duncan engulliendo una hamburguesa con queso minutos antes de salir a jugar y el Gatorade es bebido una y otra vez en los tiempos muertos.

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